Salud y belleza a la orilla del mar.

La arena, el sol, la brisa y el agua del mar relajan, mejoran el estado de ánimo, aumentan las defensas, embellecen la piel…Las características del clima y el aire del mar son únicos. Por todo ello, un día de playa es una de las prácticas más fáciles y saludables que existen.

Acudir a la costa no es sólo un acto lúdico. Cada vez que lo haces estás favoreciendo que tu cuerpo reciba directamente multitud de vitaminas y minerales.

Tomar SOL con moderación, es una extraordinaria medicina. Sus rayos favorecen la formación de vitamina D, que ayuda a fijar el calcio en los huesos y dientes, y a tener unos músculos sanos. Además, el calor favorece la digestión y ayuda al funcionamiento de los riñones, actúa como relajante y mejora el estado de ánimo.

El AGUA DE MAR es muy rica en minerales (sodio, potasio, yodo, fósforo, magnesio y azufre) que son absorbidos por el cuerpo cada vez que nos bañamos. Por otro lado, el masaje producido por el movimiento de las olas favorece la circulación y tonifica los músculos; caminar con el agua del mar hasta las rodillas elimina la sensación de pesadez en las piernas. Y la elevada densidad del agua nos hace sentir más ligeros (una persona de 80 kilos sumergida en el mar pesa sólo 8 kilos), pero al mismo tiempo, para cualquier movimiento es necesario un esfuerzo mayor, con lo que se consigue un aumento de la potencia muscular. Y aún hay más, el sonido del mar es sedante y está comprobada su eficacia en casos de estrés e insomnio.

La BRISA MARINA que se origina en la orilla es rica en los mismos minerales que el mar. Ese ambiente húmedo es el que impide la sequedad de las mucosas y ayuda a combatir catarros, rinitis y sinusitis. Además, es de gran pureza y contiene iones negativos, unas partículas que favorecen la producción de la llamada hormona de la felicidad 8la serotonina). Estos iones se encuentran en el mar en una proporción cien veces mayor que en la ciudad.

La ARENA al ser porosa, contiene parte de los elementos del agua del mar e incluso de la brisa marina. Los llamados baños de arena están recomendados especialmente si padeces de los huesos o las articulaciones: debes enterrar el cuerpo en la arena, dejando la cabeza fuera y a la sombra. En tan sólo 10 o 20 minutos la piel habrá absorbido las sustancias minerales. Luego, date un baño en el mar y sécate al sol. Otra opción es andar sobre la arena húmeda. Así relajarás los músculos y fortalecerás los pies y los tobillos.

Como verás, además de divertirte y ponerte morena, en la playa encontrarás todo lo necesario para realizar un completo tratamiento de belleza y salud. Bañarte en el mar ayuda a eliminar toxinas y tiene un efecto depurativo y adelgazante.

Asi que ya sabéis, a aprovechar que vivimos en estas maravillosas Islas afortunadas y a disfrutar de los beneficios del sol y del mar.

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